La «Paradoja» del Propietario

Te has comprado un piso, han pasado tres años y ahora su valor de mercado es un 40% más. Estás contento porque ahora, en vez de venderlo por los 120.000 euros que te costó lo venderías por unos ¡168.000!. Pero, ¿sabías que si lo vendes para financiar la compra de a otro más caro estás perdiendo dinero?. A veces mucho dinero.

Una evolución frecuente de alguien que ha comprado un piso en los últimos años es que al cabo de un tiempo, pongamos, por ejemplo, 5 años, decida adquirir algo más grande. Las razones son varias, aumento de renta, querer vivir con más amplitud, o una muy chillona: los críos.

Imaginemos una pareja que compró un piso en el año 2000. Les llamaremos los Pérez. Pagaron por el piso 120.000 euros, pero en el año 2005 esa pareja tiene ya dos chavalines y decide mudarse a un piso mayor, haciendo lo que la mayoría de las familias hacen: Vender el piso actual para financiar parcialmente la compra del nuevo.

Debido a una excepcional época de incrementos del precio de la vivienda el piso que compraron en el 2000 ha tenido un incremento del 50%, y por él les dan nada menos que ¡180.000 euros!. Los Pérez están muy contentos. Ahora bien, el piso que quieren comprar costaba en el año 2000 unos 200.000 euros, y, al tener un incremento similar, del 50%, ahora piden por él 300.000.

El dinero contante y sonante que tienen que aportar (bien sea en efectivo o con hipoteca) en el 2005 por la diferencia de precio entre un piso y otro es: 300.000 – 180.000= 120.000 euros. Sin embargo, si el precio de la vivienda se hubiera mantenido estable durante esos años aportarían: 200.000 – 120.000= 80.000 euros.

Conclusión: debido al alza de precios, los Pérez deben aportar nada menos que 120.000-80.000 ¡¡40.000 euros más!!.

No hace falta decir que éste es un caso de lo más frecuente. Es decir, siempre que se venda una propiedad para poder comprar otra de mayor valor financiada parcialmente con la primera que se adquirió, la subida del precio de la vivienda es perjudicial, los porcentajes de subida de precios lógicamente no serían iguales para las dos viviendas, pero sí aproximados, por lo que el ejemplo sirve igual.

La paradoja es que en este caso, llamémosle «mejora de vivienda», lo que realmente sería interesante como propietario es: ¡que la vivienda BAJE!…

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Carta de un chico a su novia

Carta de un chico a su novia:

Querida Lola:

No soy capaz de esperar a tu vuelta para decírtelo.

Nos han concedido una VIVIENDA DE PROTECCION OFICIAL de 30 m².

Nos casamos, Lola ¡nos casamos!

Te confieso que no es el piso en sí lo que me tiene loco, sino el pensar en compartirlo contigo.

He conseguido un plano y aquí me tienes, regla en mano haciendo cálculos.

Mi madre dice que es pequeño. Ya sabes cómo son las mujeres de antes, y ella tiene hasta máquina de coser. Sé que espacio no nos va a sobrar, pero con ideas tampoco nos faltará.

No compraremos la cama de Ikea de 1,80.

Por más que mido no cabe, pero pensándolo bien, la de 1,05 es más íntima.

Sé que a la larga una super-cama de 1,80 nos distanciaría.

Tampoco el piano. Tu hermano me lo ha medido y nos faltan 18 centímetros, pero en cambio en ese espacio encaja ideal el ordenador.

Claro que sin piano no puedes dar las clases y ya contábamos con ellas para vivir, pero he pensado que puedes seguir dándolas en casa de tus padres.

Seguro que ellos encantados de poder verte cada día.

Por cierto, tampoco encuentro lugar para todo ese tocho de temario de tus oposiciones, porque aunque había pensado que podías estudiar en la mesa del comedor, no puede ser. He elegido una abatible para que nos quepa el sofá, y si dejamos la mesa todo el día no podemos sentarnos, así que también tendrás que estudiar en tu casa. Será por poco tiempo, porque seguro que la oposición la sacas a la primera.

Yo dejaré en la mía los trastos de esquiar, las raquetas y los libros, porque aunque pensé en hacer un cajón bajo-cama que explicaron en Bricomanía, he desistido.

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Un puente de Calatrava en Venecia provoca accidentes

El Puente de la Constitución, diseñado por el arquitecto Santiago Calatrava, no deja de dar problemas desde incluso antes de ser inaugurado.

Este puente de estética, quizá, demasiado moderna para la ciudad de Venecia fue inaugurado el pasado 11 de septiembre y es el cuarto que ayuda a cruzar el Gran Canal de la ciudad italiana. Además de su retrasada inauguración el mayor problema que ha provocado es el de haber mandado ya a 10 personas al hospital tras sufrir caídas en él y es que los escalones no son todos iguales porque, según su Calatrava, al hacer el semiarco que es necesario para que pasen las barcas por debajo, los escalones parecen de diferentes tamaños y este engaño a la percepción hace que la gente se tropiece.

El arquitecto se ha ofrecido a corregir este problema pero el ayuntamiento de Venecia se ha negado a pagar un solo céntimo ya que el presupuesto se subio 4 millones más de lo esperado y han optado por colocar carteles de aviso para los viandantes.

SABES QUE ESTUDIAS DISEÑO, ARQUITECTURA O PUBLICIDAD CUANDO……

  1. Ya no te da “pena” babear en clase.
  2. Pierdes la noción del tiempo: preguntas la fecha, luego el día de la semana, luego el mes y te da pena preguntar el año.
  3. Peleas con tus materiales de trabajo. (DIALOGO)
  4. Puedes ver fijamente a alguien a los ojos y aprobar con la cabeza sin escuchar ni UNA sola palabra.
  5. Tu hermano(a) cree que es hijo(a) único(a).
  6. Tu novio(o) odia a tu profesor de proyectos.
  7. No sabías que ya fueron las elecciones presidenciales.
  8. No concibes las vacaciones como otra cosa sino tiempo para dormir.
  9. Te has emborrachado junto con tus profesores.
  10. Los auxiliares son tus mejores amigos.
  11. Escuchas el Himno Nacional dos veces en el radio, sin levantarte de tu silla.
  12. Haz cambiado tu vocabulario drásticamente (Ej: “tarea” por “entrega”, “bola “por “esfera”, “gente” por “usuarios”, “hola” por “¿y ahora qué?”)
  13. No entiendes a la gente que puede gastar menos de 1.000€ en una papelería.
  14. Odias que tus padres te digan “¡Duérmete ya!” o “Si de todas formas no vas a acabar…pues acuéstate ya ” o hasta la simple pregunta “¿Te falta mucho?” puede llegar a irritarte.
  15. Puedes modelar un proyecto en Autocad, animarlo en 3D Studio, diagramarlo en Freehand y ponerlo en una página Web, pero no sabes usar Excel.
  16. A tus seres queridos les da miedo usar las palabras “bonito” o “feo” en frente de ti.
  17. El café y la coca-cola son herramientas, nunca caprichos.
  18. Te enervas con las frases: “Es que tu no te organizas” o “Ese afán de trabajar en la Noche”.
  19. Tienes 22 años y tienes: Tendinitis (en ambas muñecas), escoliosis, anteojos, migraña, úlcera, etc.
  20. Has pasado más de dos horas viendo fijamente una maqueta.
  21. Darías tu vida por una librería 24 horas.
  22. Te cuestionas tu carrera 3 veces por semana.
  23. Te cuestionas tu futuro 3 veces al día.
  24. Tomas desayuno con tu familia y te vas a acostar.
  25. Despiertas cuando tu familia come.
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